Para los nacidos en el mes de julio, la piedra preciosa que los rige es el rubí. Se trata de uno de los cuatro minerales clasificados como gema, junto a los diamantes, zafiros y esmeraldas.
Brillante, costoso y muy raro de encontrar; su nombre proviene de la palabra latin ruber -que significa rojo-.
Dentro de un rubí se puede encontrar un asterismo: Este es un punto brillante de tres o de seis puntos o estrellas que es causada por las inclusiones de rutilo. Esto permite que se pueda mostrar el efecto de la luz. Los asterismos son visibles correctamente con una única fuente de luz: dan una sensación de movimiento y son muy apreciados.
Aunque se encuentran en todas partes del mundo, los originarios de Myanmar en Birmania son los más preciados por su intenso color rojo.
Para saber si un rubí es tratado de forma sintética o es natural, los gemólogos se basan en sus imperfecciones. Esta es la razón por la que los rubíes raros, sin tratar y de buena calidad alcanzan precios muy altos.
Marcas como Tiffany & Co. Han usado esta piedra en sus colecciones. Un ejemplo son los colgantes y anillos elaborados en oro amarillo de la colección Elsa Peretti.
Patricia Olivares Taylhardat Directora Editora GEOT On Time y Velvet Magazine