Como mujer y empresa joyera, me gusta conocer la historia de mis pares, de personas que, como yo, han declinado por adentrarse en este fascinante mundo de la joyería. Uno de los más claros ejemplos, es precisamente, Elsa Peretti, quien se convirtió en piezas insigne dentro de la prestigiosa marca Tiffany & Co. En estas líneas comparto con ustedes, su legado, su historia y parte de su trayectoria.
Si bien Elsa inició su camino como modelo, estuvo vinculada con la firma Tiffany & Co desde antes. Fue luego, a partir de 1974 cuando ingresó formalmente como joyera mostrando su fascinación y entera predilección por la creación de accesorios con formas orgánicas y sensuales. Todas de influencias escultóricas.
De acuerdo con la maison estadounidense, Peretti siempre tuvo claro cual era su fuente de inspiración y así lo dejó ver durante toda su carrera. “Siempre la naturaleza la movió y dedicó su vida a devolvérsela al mundo por medio de sus joyas, frecuentemente hechas en planta, su material favorito”.
Peretti amaba los objetos cotidianos, una manzana tal vez, un hueso, los animales y los insectos. Una de sus seguidoras, y quien siempre estuvo de su lado, la actriz Liza Minnelli, en más de una ocasión se refirió a la joyera como un talento excepcional.
Hoy día muchas de las joyas de Elsa Peretti están en los museos de Londres, el de Nueva York y el de Boston. Es tal su influencia en el mundo de las joyas, que el Fashion Institute of Technology Tiffany estableció una cátedra de diseño de joyas con su nombre. A lo largo de su carrera, presentó más de 30 colecciones. Todas espectaculares.
Sobre su proceso, Peretti pasaba mucho tiempo en un viñedo que adquirió en 2008, allí no solo se producía el vino Eccocivi, sino que venía a ella las mejores ideas para diseñar joyas. Además, en Sant Martí Vell, apoyó la actividad cultural y artística. En 2021 falleció a los 80 años.
Patricia Olivares Taylhardat Directora Editora GEOT On Time y Velvet Magazine