Adentrarme en el mundo de las monarquías es una experiencia fascinante. Las tradiciones de toda una dinastía real, los titulos nobiliarios y, por supuesto, las joyas de la corona, son temas de los que podría hablar por días.
En las familias reales, las joyas hablan de la historia de cada uno de sus miembros; de su pasado, presente y del futuro. Por eso, las más importantes son las tiaras de casamiento, una de mis favoritas.
Recientemente, ví un estudio realizado por la firma experta en diamantes Steve Store. ¿Saben qué dato me dejó totalmente sorprendida? La suma de todas las joyas usadas en las bodas más recientes de las ocho familias reales más importantes son 17 millones de libras, el equivalente a 21, 9 millones de dólares.
Los primeros nombres en salir fueron los de las monarquías británicas y holandesas. La Reina Isabel II, quien siempre me ha parecido un personaje fascinante, es dueña de las tiaras de bodas más costosas; todas usadas por tres novias de la familia Windsor: la tiara Fringe de la reina María, la tiara Greville Emerald Kokoshnik y la tiara Bandeay de la reina María. Por supuesto, en esa colección, también se incluye la que utilizó Meghan Markle cuando se casó con el príncipe Harry.
Por otro lado, tenemos a la realeza de Holanda. Es deslumbrante ver las tiaras de sus Orange: la tiara de estrellas, la tiara Wüttemberg y la Rose Cut Diamond Bandeau.
Mientras más leía sobre esta investigación, los datos me parecían más interesantes. Por ejemplo, la realeza de Noruega posee tiaras con un valor de 15 millones de libras (casi 19 millones de dólares). Sigue Dinamarca, España y Bélgica. Una de las tiaras más costosas de la familia belga oscila por los 5.8 millones de libras. La familia real española tiene un valor en tiaras de 7.5 millones de libras.
Patricia Olivares Taylhardat Directora Editora GEOT On Time y Velvet Magazine